Sin control
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Espera lo mejor, preparate para lo peor

sábado, agosto 16, 2014






Área de descanso en Andelva
Ya estamos de vuelta en Barcelona, y tengo un montón de cosas que explicar. Los que me sigáis por Instagram ya habréis visto algunas de las fotos, pero si os quedáis con ganas, aún tengo más.

Tengo pendiente el post sobre mi visita a Edel Designs, pero de momento os voy a explicar la tercera etapa del viaje: Boda en Suecia.


El viernes salimos de Ringsaker hacia Göteborg, donde se iba a celebrar la boda el sábado. Por el camino paramos en un par de sitios memorables. El primero, un área de descanso de la autopista, dónde había juegos para niños, bosque, vegetación y hasta un lago con playa! Eso sin contar el restaurante.  Yo me dediqué a recoger frambuesas (qué ricas estaban) mientras los niños corrían y soltaban energía.


El segundo fue  Drøbak, un pueblo turístico muy pintoresco a ochenta quilómetros de la frontera con Suecia. Allí comimos y vimos algo típicamente noruego: los pescadores vendiendo en el puerto las gambas recién pescadas que ellos mismos hierven en el barco de camino a puerto. Lo típico es comprarlas directamente en el barco, y comerlas con pan con mantequilla, mayonesa y un chorrito de limón.


Cuando por fin llegamos a Göteborg, estábamos rendidos. Al día siguiente los chicos pasaron el día en el parque de atracciones Liseberg, el más grande de Suecia, e incluso pudieron asistir a un concierto de Snoop Dogg, aunque la verdad, no acabaron muy emocionados por el evento.


Nosotros fuimos a la iglesia, y asistimos a la boda de Chris y Hanna, la ahijada de A. Chris es australiano, asi que por suerte la boda fue bilingüe y pude entenderlo todo.


Después de la ceremonia, tuvimos cuatro horas libres antes de que empezara la fiesta, así que condujimos hasta Hönö, que es una isla frente a Göteborg donde estaba el local, y nos dedicamos a explorarla. Para llegar hasta ella hay que subir en un ferry público gratuito (se considera como una carretera) que funciona durante todo el día y la noche.


Höno está conectada por puente con otras dos islas (Öckerö y Hälsö) y por ferry con muchas otras. Nosotros cuando nos cansamos nos dirigimos a un pequeño café encantador en el puerto deportivo de Öckerö y nos tomamos un pequeño tentempié, ya que no íbamos a comer nada hasta la hora de cenar.

Tarta de moras y frambuesas... ñam!
Después ya tocó ir de boda... los novios eran guapísimos.

El local lo habían decorado las familias y amigos con un toque escandinavo que a mi me tiene enamorada.

 Las tarjetas para asignar las posiciones en la mesa eran piedras blancas de río...

Durante toda la boda hubo entretenimiento sin fin, discursos, bailes, canciones... Nos repartieron un pequeño libreto con una minibiografía de cada comensal, las letras de las canciones, preguntas de diferentes juegos... y una tarjeta de bingo de boda! Divertidísimo.


Nada más por hoy, me ha salido un post la mar de largo... pronto seguiré con la cuarta etapa del viaje!

Vista de Hönö desde el local de la boda