Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

viernes, septiembre 01, 2006


Desde que empecé The State of the Union, no he parado de leer en todo el verano. Éstos son todos los títulos que llevo:

-The State of the Union, Douglas Kennedy. Aventuras y romance en dos etapas, los setenta y la actualidad. Muy fácil de leer.
-39+1, Silvia Soler. Con esta me reí muchísimo. Supongo porque soy mujer y poco a poco voy acercándome a los cuarenta. :)
-El vagón de las mujeres, Anita Nair. Este me costó un poco más cogerle el gusto, pero luego no pude soltarlo. Las experiencias de seis mujeres indias que comparten vagón durante un viaje nocturno.
-Las nueve caras del corazón, Anita Nair. Este no me gustó tanto, pero también es interesante pues me introdujo en el mundo del kathakali, danza tradicional india. Una historia de adulterio explicada desde el punto de vista de los diferentes personajes.
-Brooklyn follies, Paul Auster. Me encantó. Es la primera novela que me leía de Paul Auster, y nada más terminar me compré dos más. Un humor muy especial.
-La boca del dragón, Ken Follet. Un best seller de lectura rápida para la playa y la piscina. Unos hippies amenazan al gobernador de California nada más y nada menos que con provocar un terremoto.
-Nuestro pequeño Billy, Billy Hopkins. Otra que me costó un poco pillarle el gusto, pero luego terminé de noche, a las tres de la madrugada porque no podía soltarlo. Las experiencias de un chico inglés de familia católica en el Manchester de entre guerras y principios de la segunda guerra mundial.
-La buena tierra, Pearl S. Buck. Una obra maestra. Otra que terminé a las tantas, porque no podía soltar el libro. La historia de Wang-Lung, un labrador de la China de principios de siglo XX.

y tengo por terminar

-Viento del Este, Viento del Oeste, Pearl S. Buck. Me gustó tanto La buena tierra, que no paré hasta encontrar esta otra novela, y me ha costado. De momento me tiene tan absorta como la otra.
-Vuelo final, Ken Follet. Otra novela para la piscina. De momento estamos a principios de la segunda guerra mundial. Llevo sólo unas 10 páginas.

Estoy muy contenta porque me encanta leer y últimamente le había perdido el gusto. Incluso estoy considerando leerme Una habitación propia, que siempre he pensado que debe ser un tostón... (lo siento Lía!).
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