Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

martes, mayo 24, 2005


Por fin puedo ponerme a resumir un poco el paseíllo del sábado.

Salimos de casa después de comer, y cogimos el metro (a Jan le encanta) hasta la parada de metro Liceu, en La Rambla. Así estaba la fachada del Hotel Internacional, llena de extranjeros disfrutando del espectáculo.

Some sun, beer and La Rambla sightseeing


En el plà de la Boquería hay un edificio que anteriormente era una tienda de paraguas.

El drac de la antiga botiga de paraigües Antiga botiga de paraigües


Tomamos la calle del Cardenal Casañas...

Psicología profunda


...y pasamos por la Plaça del Pi, que albergaba un mercadillo de comida que está ahí algunos fines de semana. Luego pasamos por la Plaça de Sant Josep Oriol, donde hay una tienda preciosa, de lencería. Uno de los escaparates estaba dedicado a los gatos.

T'agraden els gats?


Allí había un chico tocando la guitarra eléctrica delante de un bar, y Jan (como siempre que oye música) se quedó fascinado escuchándole, y bailando. Como llevaba una moneda de diez céntimos en la mano (la había encontrado en el metro, y quería tirarla en una fuente), le dije: "¿te gusta? pues déjale la moneda en la funda de la guitarra". Muy tímidamente, se acercó al chico, que no tenía ni una moneda en la funda, y le puso allí la moneda. Al cabo de diez segundos, cinco personas más se habían acercado a dejarle monedas al guitarrista! Mi hijo es un "trend setter"!

Seguimos andando hasta la plaça de la Catedral. Allí está instalada la Feria de Euskadi, y podríamos habernos encontrado con Bruxa, que también andaba por ahí.

La catedral de Barcelona, en obres


Cruzamos la vía Laietana, y bajamos por el carrer Argenteria, hacia la iglesia de Santa Maria del Mar (ahi nos casamos hace cinco años!). En la calle Brosolí, hicimos una parada técnica, y luego continuamos por la calle dels Sombrerers.

Carrer dels Banys Vells, Barcelona Casa Gispert, Carrer Sombrerers


Por fin llegamos a la Plaça de Montcada, donde está nuestro bar favorito, el Euskal Etxea. Allí estuvimos tomando unos pintxos y unas cañitas (y una limonada para Jan, no os vayáis a pensar). Algunos de los pintxos estaban sujetos con espaditas de plástico, y Jan y yo hicimos un pequeño duelo de sable, muy divertido. También encontré encima de una barra un librillo llamado point it, es pseudo-diccionario, muy gracioso (son fotos de cosas que puedes necesitar al ir al extranjero, y sólo hace falta señalarlas para poder entenderte con alguien) que por lo visto regalan al registrarse en Kane NYC (ojo! hay que declararse fumador para poder entrar en la web!).

Euskal Etxea, Plaça Montcada, Barcelona


Luego volvimos sobre nuestros pasos porque queríamos comprobar si en la sala de máquinas que hay en la Rambla había una máquina de Dance Dance Revolution, y así es! La sala de máquinas estaba más o menos vacía, excepto en esa esquina, que estaba a tope de jovencitos compitiendo entre ellos! Lluís quería que me animara y me pusiera a bailar ahí, pero me dió un corte tremendo. Algún día iré, cuando no haya casi nadie, a practicar.