Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

viernes, mayo 20, 2005


Hoy, que podía dormir, mi hijo se ha despertado antes de las siete. Uj!

Esta mañana me he dedicado a tomar el sol y hacer media, y casi no me ha dado tiempo de entrar en internet. Y ahora estoy en el trabajo. Mañana por la mañana otra vez!

Y la buena noticia es que Gail ha visitado este blog, ha visto que me encanta su chal, y me ha dicho que buscará el patrón. Soy feliz.

Por cierto, hace mucho que no hablo de Jan, y no sé si he contado que ya hace semanas que se sabe todos los números, y muchas de las letras: le ha entrado una especie de obsesión. Empezó la cosa porque mi suegra un día encontró unas figuras de gomaespuma que yo le había regalado a Jan, con forma de letras y números. Entre los juguetes de Jan estaban la efe y el número dos.

Al cabo de unos días, estaba yo con Jan, y me trae la letra F, y me dice "efa". Yo aluciné un poco, pero pensé que era casualidad. Y luego empieza "do", "do", "do"! Y yo le digo, si quieres el dos, búscalo! Se mete en su parque, y al minuto viene todo orgulloso con su dos en la mano. Ahí si que aluciné totalmente. Ya que se había aprendido una letra, le saqué las vocales y se las enseñé todas.

A partir de ahí la cosa ha sido alucinante. Jan está encantado de ir reconociendo letras en todas partes (paquetes, escaparates, periódico, revistas, televisión), y cuando no reconoce una letra, quiere que le digamos cuál es. Y con los números, igual. Ahora está obsesionado con el ocho. Los fines de semana, cuando se despierta, lo traemos a nuestro cuarto. Pues se emociona como si le estuvieras dando chocolate si hay algún ocho en nuestros despertadores digitales (por ejemplo, si son las nueve y dieciocho). "El uit, el uit, mia mami, el uit!" Eso sí, cuando el ocho desaparece, y aparecen las nueve y diecinueve, tenemos crisis gorda! Y dura nueve minutos! ;)