Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

miércoles, enero 19, 2005


Ayer por la noche nos enteramos de la muerte del padre de una amiga muy íntima. Por lo visto estaba en el hospital desde hacía bastante tiempo, pero ella no me había querído decir nada, porque yo estaba en el hospital también. Estoy muy triste, y no dejo de pensar en la valentía de mi amiga, que venía a verme a la clínica con cara de alegría, cuando ella debía estarlo pasando igual o peor que yo.

Es uno de estos pequeños actos de heroísmo cotidiano que no ganarán medallas, ni ocuparán portadas de periódico, pero llenan de admiración a las pocas personas que los conocemos.