Sin control |
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Jan nacio el 23 de enero de 2003, es una preciosidad, y se porta muy bien. Si quereis saber la historia del embarazo y el parto, leed Como nacio Jan
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martes, enero 25, 2005
Ayer por fin leí el capítulo sobre la procastinación de "La ingeligencia fracasada".
Lo primero que aprendí, es que procastinación no es la palabra correcta en castellano, sino procRastinación. Pero como suena tan mal, Marina prefiere la primera versión. La verdad es que si has estado, como yo, esperando todo el libro para llegar a este capítulo, sabe a poco, pero tiene "chicha". Me quedo con esta frase: "Los postergadores suelen pensar que hacer algo va a ocupar más tiempo de lo que en realidad ocupa, que no vale la pena iniciar una cosa si no se la va a terminar de un tirón, y que poco tiempo es ningún tiempo. Manejan al tiempo al por mayor y no al menudeo, que es como de hecho lo vivimos." Esto me trae a la cabeza dos anécdotas. Cuando mi hermana estudiaba la carrera, me contó que en su residencia vivía la chica que mejores notas sacaba de su curso. A pesar de eso, era una juerguista, salía cada día, y se apuntaba a un bombardeo. Pero eso sí, cada vez que tenía tiempo libre, ni que fueran cinco minutos, se ponía a estudiar en serio. La segunda anécdota, no es una anécdota, sino un método que leí en uno de esos libros de organización del que os he hablado alguna vez. El método que proponía para vencer al desorden era coger un reloj de cocina, marcar sólo diez minutos, y ponerse a arreglar lo que se pudiera, en una habitación, sólo esos diez minutos (o quince, o veinte). En cuanto sonara el timbre, dejarlo. Pero repetir el método cada día. Conclusión de todo este rollo? Como decimos aquí, "De mica en mica s'omple la pica"*. A ver si me aplico el cuento. *Libremente, gota a gota se llena la pila (?)
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