Sin control

Posted 18:07 by betta

Rompiendo la tónica de las últimas semanas, ahí van las cinco del viernes:

1) ¿Hasta qué edad creiste en los Reyes Magos (o Santa Claus)? ¿Quién te descubrió la triste realidad?
No sé si hasta los seis o los siete años. Mis padres me lo dijeron después del día de reyes, porque ya empezaba a hacer demasiadas preguntas. Me acuerdo que no sentí tristeza ni rabia, sino una sensación de "ahora lo entiendo todo!". Mis padres me dijeron que había niños que aún no lo sabían, y que sobretodo no se me ocurriera romperle la ilusión a nadie ni decirlo en el cole, y nunca lo hice.

2) ¿Te dejaba el ratoncito Pérez algún regalo debajo de la almohada a cambio de los dientes que se te caían? ¿Cuál era el regalo?
Pues no, el ratoncito Pérez no venía más que nada porque ya sabía que el truco era el mismo que los reyes. Además, siempre perdía los dientes. En cambio, a mi hermana si que le dejaron alguna cosa, y me dió mucha rabia el agravio comparativo.

3) ¿En que juego infantil eras imbatible?
A gomas no había quién me ganara. Pero a mi me encantaba jugar a pichi, y era bastante mala. Eso me daba mucha rabia porque mi mejor amiga no me pedía nunca para su equipo...

4) ¿Coleccionabas cromos?¿Llegaste a terminar alguna colección?¿Cómo llamabas a los cromos que te faltaban y a los repetidos?
Hice algunas colecciones, pero siempre me faltaba uno para terminar. Recuerdo especialmente "La abeja Maya", que salía en los yogures Danone, y "La guerra de las galaxias". De las dos tuve que comprar el último cromo. Ya de mayorcita (hace tres o cuatro años) a Lluis y a mi nos dió por hacer algunos álbumes (Pokemon y algún otro). Comprábamos los cromos, y cuando teníamos muchos repes, os íbamos al Mercat de Sant Antoni, los domingos por la mañana, a cambiar. Siempre la terminábamos sin problemas. Yo lo encuentro muy educativo, a Jan pienso llevarle. Y a los cromos repetidos les llamaba "tenguis" y a los que me faltaban, "faltis".

5) ¿Llevabas bata (baby, delantal...) en el colegio? ¿Cómo era?
Pues si, hasta octavo (14 años). Era a rayas blancas y marrones. El uniforme era también marrón. Después de salir de ese colegio, pasé más de diez años sin comprarme ninguna prenda marrón o beige. Ahora me encanta el beige...