Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

viernes, abril 30, 2004


Hoy tengo mucho tiempo y ganas de postear porque además de tener el día libre, a Jan le ha dado por recuperar todo el sueño que se ha perdido estos días, y aunque parezca mentira, sigue durmiendo.

Bueno, pues os comento mis últimas angustias maternales. Estamos pensando en llevarnos a Jan de viaje a Orlando. Pero le estoy dando muchas vueltas a la cabeza. Os cuento: cuando fuimos a Paris con Jan, tuvimos que llevarlo sobre nuestras rodillas todo el rato. Si el avión no va lleno, no hay problema, porque tras el despegue, cuando ya puedes soltarte el cinturón, lo sentábamos en la sillita de al lado, y le atábamos el cinturón de seguridad, y tan panchos todos. Pero si el avión va lleno, tienes que seguir cogiéndolo en brazos todo el rato. Eso nos ocurrió a la vuelta, y decidimos que si alguna otra vez volábamos, le compraríamos billete para que no nos volviera a ocurrir (fue un auténtico palo).

El caso es que ahora estamos comprando los billetes para Orlando con Delta, y resulta que si le compramos un billete a Jan, tenemos que sentarle en una silla adaptada. Hay algunas sillas de coche que se adaptan para ir en avión (poquísimas, y cada vez menos, pues las sillitas de coche tienden a ser más seguras aprovechando los cinturones de seguridad de tres puntos, mientras que los del avión sólo tienen dos). Evidentemente, la nuestra no sirve.

Así que al final, resulta que el mejor método para viajar sería comprar sólo dos billetes, llevar a Jan en el regazo, y rezar porque viaje poca gente ese día. El mundo está mal organizado.