Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

martes, abril 27, 2004


El jueves pasado fuimos al médico con Jan. El sábado anterior nos había dado la noche, respirando con pitidos, y con una tos que parecía que le venía de las entrañas. El médico nos dió un remedio que le fué muy bien, pero quería verlo antes de que volviera al parvulario, para descartar una bronquitis.

En la visita, estaba todo correcto (ya pesaba 9,700 gr. y medía 77,5 cm.) y aprovechó para ponerle la triple vírica, que puede dar un poco de fiebre al cabo de una semana. También nos advirtió de que parecía tener mucosidad en un oído, para que le vigiláramos si se quejaba.

Ayer le llevamos al "cole", y cuando le fuimos a buscar, nos advirtieron de que había vomitado la merienda. Pero en casa estubo muy contento, y no tenía fiebre, así que lo atribuí a que algo le había sentado mal y punto. Hoy, después de comer, me han llamado de la guardería diciéndome que Jan estaba a más de 39º de fiebre. Menudo susto. Le he ido a buscar corriendo, pero por suerte el antitérmico que le han dado había empezado a funcionar, y estaba contento y sin fiebre. De todos modos, he llamado al médico que ha querido verlo: amigdalitis galopante. Y ha perdido trescientos gramos de peso en cuatro días!

Ya hemos empezado con el antibiótico y el ibuprofeno, que le han sentado de maravilla. Pero me parece que nos espera una semana más sin ir al parvulario... justo esta semana que tocaba la preparación del regalito del día de la madre! Es que tengo mala suerte.

De todos modos, estamos contentos, porque el pediatra, que es un encanto, nos ha dicho que cuando un niño tiene fiebre alta, lo mejor que le puede pasar es que tenga amigdalitis. Quien no se consuela es porque no quiere.