Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

martes, marzo 16, 2004


Acabo de dejar a Jan en el parvulario por primera vez. El pobre lo estaba pidiendo a gritos desde hace semanas, se notaba que no tenía suficiente con estar en casa. Necesitaba estar con otros niños y con gente que le estimulara de nuevas maneras. Se ha quedado ahí encantado, y evidentemente no ha derramado una lágrima. Mientras yo me quedaba rellenando los datos bancarios, él ya se ha hecho un par de amigos, y cuando me he ido lo tenían entretenidísimo, preparando el regalo del día del padre.

Yo también estoy contenta, porque me encanta el sitio. Es un parvulario del barrio, he hablado directamente con el matrimonio que lo lleva, y que hacen de "profes" de los mayorcitos (5 años). Puedo llevar a Jan a la hora que quiera, y llevármelo cuando me apetezca. Si un día quiero que se quede conmigo, no hay ningún problema. Además, le darán de comer, y le irán enseñando a comer de todo.

No sé si se nota, pero estoy encantada con el sitio. Eso sí, echo de menos a mi bebé.