Posted
11:07
by betta
La quinta cosa por la que ayer debía estar agradecida es que al final eramos uno de más, así que se hizo un sorteo, y me tocó a mi irme a casa.
Cuando llegué a casa, Lluís casi llora de la alegría de verme aquí. Jan había estado vomitándolo todo, la casa estaba perdida, y ya no le quedaban pijamas que ponerle. Le estuvimos tomando la temperatura, estaba a 38 y medio. El pobre estaba gimiendo todo el rato, y no podíamos volver a darle ibuprofeno hasta las dos de la mañana.
Hemos pasado una noche terrible. No hemos dormido casi nada, y esta mañana a primera hora he llamado al médico. Tengo que darle suero oral e irle vigilando. Si la cosa continúa mal a las tres, nos vamos a la consulta.
Pero de momento, como le acabo de dar su tercera toma de ibuprofeno, la cosa va bien. Hasta ha sonreído y todo! Ya veremos dentro de tres horas.