Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

sábado, agosto 30, 2003


Me muero de sueño (para variar). Ayer, después de trabajar de mañana (despertador a las 6:30), fuimos directamente a casa de mi cuñado (los tres) y disfrutamos de una velada gastronómico-lúdica que se alargó hasta las dos y media de la madrugada.

Cuando volvimos a casa, Jan se había despertado (se durmió hacia las once) y nos costó un ratito que volviera a dormirse. Esta mañana, a las ocho ya quería juerga. Sus padres nos sentíamos como el padre del anuncio de Tulipán (ese que esconde la margarina, después de una noche de marcha, para que a sus hijos no les dé más energía: buenísimo y real).

Bueno, pues nos hemos acabado levantando y nos hemos ido a un café muy mono que hay cerca de casa a desayunar. Jamás adivinaríais a quien me he encontrado: a mi ginecólogo! Ha estado alucinando con lo mucho que ha crecido Jan...

Luego he ido al aeropuerto a recoger a una amiga, y nos hemos reunido en casa con Lluís, Jan y su marido. Nos hemos tomado una cervecita y nos hemos ido a comer al Merendero de la Mari. Hemos estado en la terraza, y ha sido prácticamente perfecto. Hacía sol, pero corría una brisa deliciosa, y Jan se ha portado genial. Estábamos tan bien que me ha dado muchísima pena cuando hemos tenido que levantarnos, pero ellos tenían que irse de viaje. Al llegar a casa nos hemos tirado sobre los sillones y hemos intentado recuperar las energías, pero no creo que yo lo consiga hasta que duerma al menos diez horas seguidas. A ver si Jan me deja, justo ahora acaba de dormirse.