Posted
23:34
by betta
Estos tres días hemos estado en la Costa Brava, en el hotel Castell d'Empordà, un verdadero templo de relajación. Hemos vuelto nuevos. A la ida, por suerte pudimos pasar por la autopista A-7, que había estado cortada todo el jueves por culpa de los incendios. Vimos el trozo de autopista que el fuego había atravesado, y un montón de helicópteros remojando las brasas. Todo olía muchísimo a quemado.
La vuelta, la hemos hecho hoy por la mañana, porque el tiempo estaba horrible, y ha sido todo lo contrario. Hemos pillado una tormena enorme. Tan grande que había un momento que casi no veíamos por dónde conducíamos, hemos estado a punto de parar, pero a partir de ese momento ha ido mejorando. Por lo visto, las tormentas también han causado destrozos, y desde luego, la comarca de la Selva parece que tenga la negra este verano.