Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

sábado, julio 12, 2003


El último post de ésta semana es del jueves. En teoría me iba al teatro con Lluís. En la práctica, fue una odisea (con final feliz!). Habíamos quedado con los chicos del curso para ir al teatro a ver XXX, la última obra de La Fura dels Baus. D. se había encargado de comprar las entradas por teléfono. Al llegar (eran las nueve y media), había una cola increible en la taquilla. D. se acercó al responsable y le comentó que él no quería comprar entradas, sino sólo recoger las que había comprado por teléfono. El señor le dijo que no se preocupara, que nos fueramos a tomar unas cañas, que había para rato. "Pero a lo mejor empiezan la función sin nosotros". "No os preocupeis, la función no va a empezar hasta que todos esteis dentro". Bueno, pues nos vamos a tomar las cañitas, y a las diez (hora del inicio de la función) volvemos. La cola era aún más larga que antes. Nos ponemos a la cola, y a las once menos cuarto por fin nos toca. Bueno, pues no os lo creereis: habían vendido nuestras entradas a otros! Nosotros alucinando. Llevábamos ahí casi una hora y media, y al final no podríamos ver la función! El responsable se disculpó y nos dijo que no nos preocupáramos, que nos iba a recolocar por la sala a todos. Nosotros nos negamos (teníamos entradas muy buenas), queríamos ver la función en nuestras butacas. Al final la cosa se solucionó de una manera muy agradable. Nos devolvieron el importe de las localidades, y nos dieron entradas para el día siguiente. (No eran tan buenas como las nuestras, pero no íbamos a quejarnos!).

Así que volvimos a casa a la una, y cuando mi hermana (que hacía de canguro) nos preguntó cómo habia ido la obra... menudas risas nos pegamos. Muy amablemente, se ofreció para volver a hacernos de canguro al día siguiente. Así que el jueves VOLVÍ a ir al teatro. No tenía muchas ganas, pues el miércoles, mientras esperábamos que se resolviera el asunto de las entradas, un par de chicas abandonaron la sala diciendo que era demasiado fuerte para ellas. Pero al final fui, y no me arrepiento. La obra es realmente algo fuerte, y sobretodo provocadora. Por otro lado, no la encontré muy rompedora ni vanguardista. Pero ir los doce juntos fue muy divertido, y sobretodo comentarla el viernes a la hora del desayuno.

Lo malo de todo esto es que he estado dos noches durmiendo poquísimo. Mi cuerpo se queja, jaja. Ayer por la tarde estaba destrozada, y aún no me he recuperado del todo. Mirad si estoy mal, que pensaba que la quedada en Sitges con los madrileños era hoy!

Ahora tengo que ir corriendo a comer con la familia. Luego más.