Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

sábado, julio 05, 2003


Ayer no pude contestar a las cinco del viernes, porque al llegar del trabajo nos fuimos a comer con Angie y familia, que se iban hoy por la mañana de vuelta a Jakarta. Me puse muy triste pensando cuánto tiempo tendrá que pasar antes de que volvamos a vernos... enfin, nada de cosas tristes. Espero que estén teniendo un buen viaje (no llegarán hasta mañana). Y yo mientras, me consuelo contestando a las cinco:

1) ¿Cuáles eran tus juguetes favoritos de pequeño?
Me da vergüenza decirlo, pero a pesar de que mi madre nunca quiso comprarme ninguna, yo las conseguía en el cole, cambiándolas por otras cosas: las pistolas que disparaban bolas. Me encantaban. Es que era bastante chicazo.

2) ¿Cuál fue el juguete que siempre quisiste, y nunca conseguiste?
Un coche teledirigido. Y este es uno de los mayores traumas de mi infancia. En la empresa de mi padre, el día de Reyes nos reuniamos todos, y se repartían regalos a los niños. A ellos coches teledirigidos, y a ellas tablas de planchar, escobas y cocinitas en miniatura. Era de un machismo que asustaba. Aún no hemos llegado a donde deberíamos, pero por suerte estas cosas ya no pasan. Yo evidentemente, lo odiaba. Nunca conseguí que me tocara un coche, snif.

3) ¿A que juegas ahora?
Juego con mi muñeco de verdad, y me lo paso genial. Es gracioso porque de pequeña nunca me había gustado jugar a muñecas.


4) ¿A que juegos tradicionales jugabas (comba, charranca, parar, escondite, matar...)?¿Cuál era tu favorito?
Pues jugábamos a gomas, a la comba, a la charranca (en diferentes versiones), a matar, a pichi (una especie de beisbol sin bate)... Todos me encantaban. En realidad iba por épocas y edades. En tercero nos entró una obsesión con la charranca, luego en séptimo, nos pasamos todo un año jugando a pichi sin parar, pero con pelota de goma de ésas que botan tanto, y era mucho más divertido. Mientras bajábamos las escaleras para ir al patio, ya íbamos haciendo los equipos (las capitanas eran siempre las mismas), y cuando llegábamos al patio ya cada una tenía su sitio. Era divertidísimo. También habia otras épocas en que ya podía hacer un frío de muerte, que nos pasábamos todo el patio sentadas en el suelo jugando a cromos de picar.

5) ¿Jugabas a algún juego típico sólo de tu zona, o que os hubierais inventado los amigos?
En octavo estábamos bastante gamberras, y nos dió por jugar al "cavall fort" y a "arrencar cebes", juegos un poco bestias, y las monjas se enfadaban mucho, y nos los prohibían. Pero el colmo llegó cuando empezamos a jugar al rugby con pelota de goma. En realidad no había reglas. Se trataba de conseguir la pelota y echarnos todas unas encima de las otras... divertidísimo.