Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

martes, junio 17, 2003


Estoy cansada (que raro, verdad?) y me duele la cabeza. Pero vaya, tengo ganas de escribir para contaros lo de mis sesiones de "adelgazamiento". No te preocupes, Buda, no hay pastillas ni cosas raras. Son unas sesiones donde te hacen sudar, te ponen cremas, te masajean y te dan corrientes* (aunque no son corrientes como las de Shak y Cornie). Como mente científica que soy, cuando me hablaron de ellas, pensé (y dije): tomadura de pelo. Pero incentivada por el éxito de varias amigas que se sometían a ellas, decidí probar. Y me fue de vicio. Evidentemente, además de las sesiones, hay que hacer régimen. Sino, nanay de la china. Pero hacerlas me da moral para seguir con la dieta, y no sé si será autosugestión o qué, pero me parece que me ayudan a perder más y mejor.

* Por cierto, las corrientes no duelen. Ahora que lo pienso, podrían darme corrientes o tenerme diez minutos conectada a una máquina que no hace nada, pues yo no noto nada.

Otra cosilla. Enric me ha dejado un comentario sobre los zuecos. Y tengo que reconocer que tengo una pequeña obsesión con ellos. A mi, los que me gustan de verdad, son los zuecos hippies de madera. En mi antiguo trabajo, me conocían siempre por el "cloc, cloc" que hacía al llegar con mis zuecos. Pero suelo llevar todo tipo de zapatos "azuecados" (anda que no me estoy inventando palabrejas últimamente), es decir, zapatos sin talón, y con la parte delantera completa (NO sandalias!), que se ponen como una zapatilla. No sé si me explico. Me enamoré de ellos hace unos cuatro o cinco años, que estuvieron de moda en verano, y desde entonces, cada verano ando a la busca y captura de zuecos nuevos. (Tengo que reconocer que no llego tan lejos como Enric, que se los pone hasta en invierno, con calcetines!). Los uso para todo, desde ir al trabajo, de marcha, a la playa, al campo... Normalmente tengo unos que son los que uso para ir a la playa o a la piscina, y que hay que tirar al final de la temporada, de lo destrozados que quedan. Tengo otros peluditos y los que me compré en Holanda, que son geniales. (El resto que tengo son zapatos "azuecados", no zuecos de verdad). Leí no sé dónde que en Ibiza hay una tienda dedicada única y exclusivamente a los zuecos, pero no tengo confirmación. Debe ser como el paraiso, ajajaja.