Sin control
Sin control
Espera lo mejor, preparate para lo peor

viernes, noviembre 08, 2002


El miércoles, después de un buen desayuno, nos pusimos a explorar todo lo que la noche anterior nos habíamos perdido de Santillana. Sobre todo la colegiata y su claustro, con curiosos capiteles (otro, otro y otro).




Luego nos fuimos a las cuevas de Altamira. Por desgracia, están cerradas para todos los visitantes, al menos hasta 2005. Pero han hecho una reproducción que llaman la "neocueva" y al menos puedes hacerte una idea. También han montado un museo interactivo de lo más interesante e instructivo. Nos gustó.



Decidimos irnos a Covadonga, a visitar el Santuario y los lagos, y comer por el camino. Gracias a la ayuda de nuestra apreciada guía azul de El País nos decidimos por "El Corral del Indianu", en Arriondas (al ladito de Cangas de Onís). Pedimos el menú de degustación (el restaurante tiene una estrella Michelín, me acabo de enterar mientras buscaba su inexistente página). Nos encantó su nueva versión del potaje asturiano y su ensalada de gelatina de tomate y helado de cebolla. Y además de bueno, estaba bien de precio! Recomendable 100%.

Cuando salimos del restaurante, se había puesto a llover, y había bajado la niebla. Subimos al Santuario, pero entre todos nos hicieron desistir de intentar alcanzar los lagos, demasiado peligroso y con posibilidades de no poder ver nada al llegar arriba. Otra vez será.

Al bajar, empezó a llover cada vez más fuerte. Conducir se hizo peligroso y todo en algunos momentos, y por desgracia, ese día, nuestra guía azul de El País nos falló un poco. Así que no comento dónde fuimos a dormir, pero lo hicimos cerquita de Santander, y nos costó un poco encontrar sitio.